Cuando no tenemos contenidos o queremos hacer una propuesta de diseño con textos simulados, los diseñadores utilizamos un recurso que llamamos “lorem ipsum”, una secuencia de texto ficticio que nos evita rellenar párrafos con xxxxx o con asdfg, algo estéticamente desagradable, o utilizar un contenido provisional de otro tema, lo que puede llevar a confusión.
Pero ¿sabías que su origen viene de muy atrás?
Al leer el lorem ipsum, parece que se trata de un texto en latín, pero en realidad no lo es, al menos no en su totalidad. Tiene pequeñas partes de “De finibus bonorum et malorum” (“Sobre los límites del bien y del mal”) escrito en el año 45 a.C. por Marco Tulio Cicerón, político y filósofo romano. Aunque no está completo, pues se han suprimido algunas palabras y otras se han modificado.
El lorem ipsum empezó a utilizarse en el siglo XVI con el uso de la imprenta, con el fin de elaborar muestras de libros para los clientes. Pero cuando se hizo realmente popular fue en los años 80, cuando Aldus Corporation, una compañía de software, lo incluyó en su programa de edición de textos PageMaker. A principios de los años 90 Adobe se hacía con esta compañía para competir con QuarkXPress. Podríamos decir que PageMaker fue el predecesor del actual InDesign. Pero nos estamos desviando del tema...
Hoy en día lo usamos sin pensar en sus orígenes. Y, por ejemplo, Adobe Illustrator ya lo incorpora por defecto cuando haces una caja de texto.
Aquí tienes la primera frase completa: Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit, sed diam nonummy nibh euismod tincidunt ut laoreet dolore magna aliquam erat volutpat.
Y tú, ¿utilizas o conocías este recurso?
Rosana Cabal
Diseñadora gráfica