Desde hace tiempo, las marcas han ido humanizándose. Conceptos como la protección del medio ambiente, la igualdad social o la solidaridad ya forman parte de sus estrategias de marketing.
Hoy cada marca tiene una historia, una personalidad y unos valores definidos que apelan a nuestro lado emocional para crear, con nosotros, relaciones de confianza y fidelidad.
Nos identificamos con ellas porque son como nosotros. Crean sus mensajes en base a una estrategia de comunicación manteniendo la coherencia para ser creíbles. Es lo que llamamos el storytelling de la marca. Y aunque suene novedoso, no lo es. Solo que antes se llamaba conceptualización estratégica.
¿Pero qué es una buena historia sin una conexión con la realidad? ¿Qué es un valor sin poder ser aplicado? ¿Qué es una filosofía de vida sin una práctica real? Los consumidores han evolucionado. Las exigencias de la generación Millenial y de la generación Z han cambiado la comunicación. Los nuevos públicos no quieren marcas con planes de responsabilidad social, quieren marcas socialmente responsables que tomen partido por las causas con las que se sienten identificados. Exigen compromiso y palabras cargadas de contenido real.
Así nace el storydoing, una táctica de marketing que transmite los valores de marca a través de acciones concretas y tangibles. Experiencias reales en torno a un producto para pasar de la palabra a la acción y conseguir que el público sienta que es parte de su historia. Una estrategia eficaz si se apoya en una sólido storytelling. Para qué nos vamos a engañar, de nada vale la acción sin una idea que la respalde.
Cada marca tiene mucho que ofrecer a la sociedad. Para demostrarlo, tienes nuestra ayuda. Ha llegado el momento de actuar... ¿te apuntas?